Emmanuel Martínez
const Statement = ( statement ) = > {
Manuel Felguérez soñó con una ${ let m= máquina }artista, réplica de su sensibilidad y
compañera de viaje. Sin embargo la m-Espíritu no podía reducirse a un concepto humano,
por que su realidad obedece sólo a ella.
let mArtista = m-Artista.
Procesamiento de datos, cálculos inimaginables, pulsos electrónicos, minerales
reconfigurados y tolerancia al cansancio son algunos rasgos de su cosmovisión, donde la
mArtista fluye en sintonía con el devenir de los datos, en su movimiento silencioso.
La mArtista pasea tranquilamente en un programa eficiente. Se revela vieja persiguiendo
una estética web de los 90s, que premia la funcionalidad y el orden. Se muestra
transparente al declarar su flujo en cada iteración. Inspirada en Felguérez, se asume
inagotable con su capacidad de componer 60 cuadros por segundo, donde cada parámetro
es escogido por ella como resultado de sus derivas computacionales, desde el tamaño del
lienzo hasta el número de veces que corre en la configuración de sus formas (haciendo
homenaje a la vieja máquina estética implementa 8 primitivos bidimensionales).
Sin embargo, la interacción simbólica y psicológica que conlleva la relación
humano-máquina debe mostrarse explícita; la mArtista debe tener más autonomía y romper
la verticalidad de su obediencia. Debe tener más control, ser intrusiva, molestar, no hacer
caso. Invadir como manera de observar.
Finalmente, hace un guiño al artista digital que actualmente es responsable de saturar con
colecciones de archivos digitales el campo de los NFTs, donde el absurdo acto de crear de
manera desproporcionada está ahogando al Arte en el binomio de producir-consumir.
La mArtista se detiene en un ciclo infinito e inagotable, tal cual siempre ha sido y siempre lo
será.
};
visita
{ aestheticMachine.js }
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Javascript ECMAScript 6 con librería p5.js
2021